CARACTERÍSTICA
FÍSICAS: Las
características más definitorias del oso son su espeso y tupido
pelaje, su pequeña cola (apenas 7 u 8 cm) y su enorme cabeza, rematada
por dos pequeñas orejas redondeadas. Es
el animal terrestre más grande de toda la fauna ibérica. Su cuerpo es
extremadamente robusto, siendo los machos mucho más pesados que las
hembras. Los osos pardos cantábricos o ibéricos son los más pequeños
de todo el mundo.
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La
coloración del pelaje de los osos ibéricos varía desde un crema pálido
hasta el pardo oscuro, pero siempre con una peculiar coloración más
oscura, casi negra, en las patas y amarillenta en la punta de los pelos.
Los ojos son negros; son de los pocos detalles que contrastan con su
mata de pelo pardo.
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El
oso pardo es un animal plantígrado, es uno de los pocos animales
capaces de ponerse a dos patas, si bien sólo lo hacen en determinadas
ocasiones, como son las peleas por las hembras o cuando se sienten
amenazados. Su caminar habitual es a cuatro patas.
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ALIMENTACIÓN:
Sus
garras y anatomía general nos revelan la estampa de un carnívoro típico,
cuando en realidad los osos son unos devoradores de carne totalmente atípicos.
Su dieta es casi enteramente vegetariana.
Casi toda la vida y movimientos del oso vienen determinados por la búsqueda del alimento. Incluso la hibernación se produce por la escasez de alimento propia del invierno en los bosques caducifolios del norte de España. Un oso adulto puede llegar a perder hasta el 40% de su peso durante el invierno. Su alimentación está en un 85% basada en materia vegetal (bellotas, castañas, hayucos, avellanas, bayas, tubérculos, brotes tiernos de gramíneas...), y la completa con carroñas, insectos, miel, setas, aves, huevos y ungulados. |
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REPRODUCCIÓN:
Los osos son los vertebrados
con las menores tasas de natalidad del mundo. Las hembras alcanzan la
madurez sexual a una edad entre 3 años y medio y 5 años. Entre una
camada y otra transcurren tres años, y cada camada consta de una a tres
crías.
Una vez que
el macho ha encontrado y conquistado a la osa, se formará una efímera
pareja que permanecerá junta por un tiempo, durante el cual ambos
consortes sestean juntos, juegan y se pelean amistosamente. Finalmente,
se separarán y retomarán su vida solitaria.
Las crías
nacen casi calvas, pesando apenas 500 g, ciegas y sin dientes. Cuando
salen al exterior están ya totalmente cubiertas de pelo y muestran un
característico collar de pelo blanquecino que desaparece con el tiempo.
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DISTRIBUCIÓN: La
alimentación del oso pardo depende en gran parte de los frutos y las
partes más digeribles de las plantas (brotes y hojas tiernas), por lo
que su hábitat ha de ser generoso en frutos de todo tipo y, por otro
lado, ha de conservar extensiones bastante amplias para permitir a unos
animales tan grandes moverse a gusto, tener lugares tranquilos donde
descansar y refugios seguros para encuevarse durante el invierno.
Los
poco más de 80 osos que quedan en España se encuentran repartidos en
tres núcleos poblacionales:
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COSTUMBRES: Los
pocos osos pardos que viven en libertad en España son muy difíciles de
ver. Sin embargo, en algunas ocasiones se acercan a las aldeas
asturianas cuando hay cerca panales, prados o sotos con bayas. Si no, lo
más habitual es conocer su existencia por las huellas y marcas que van
dejando.
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Cuando
llega la época de celo, los machos empiezan a marcar su territorio en
el bosque. A más de metro y medio del suelo muchos árboles muestran señales
de arañazos, mordiscos y descortezamiento, que los osos utilizan para
avisar a los otros machos de que ese territorio ya tiene dueño. También
se frotan contra las cortezas, para dejar su olor impregnado.
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Excepto
en invierno, los osos suelen dormir en reducidos camastros sobre una
pequeña depresión que ellos mismos excavan en el suelo (entre 70 y 100
cm de diámetro) o sobre el mismo suelo. Cubren el hueco con ramillas y
hierba. A veces utilizan para dormir las cuevas invernales o los huecos
de los árboles.
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Para
el letargo invernal ocupan cuevas abrigadas, brezales y huecos de viejos
robles. En la Cordillera Cantábrica la hibernación se suele dar de
enero a marzo, aunque depende de la rigidez del invierno y la
disponibilidad de comida. La entrada en la osera viene precedida por
unas grandes ingestas de alimento con el consiguiente desarrollo de las
acumulaciones de grasa.
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Los
osos han arrastrado siempre mala fama y sus agresiones han sido casi
siempre magnificadas, por lo que su presencia en Europa se ha ido
haciendo cada vez más escasa. Lo cierto es que las cargas de osos se
producen cuando se sienten amenazados o cuando creen que sus crías
peligran. La mayoría de las veces son espectaculares, pero rara vez
culminan su ataque
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En el zoo: Oso Pardo
By ladymamen At sábado, noviembre 02, 2013 0
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